El Mariposario es un proyecto que nos llamó la atención nada mas aterrizar en la isla y que por casualidades del viaje tuvimos la suerte de poder visitar y contemplar con toda tranquilidad.
El edificio alberga una pequeña selva tropical con ambiente controlado ( de 25º a 29ºC y 80% de humedad) y un programa de reproducción y cría de mariposas único en el mundo.
El Mariposario del Drago es una entidad privada familiar que no recibe donaciones, subvenciones ni ayudas de ningún organismo. El precio de la entrada ( 8 € por persona ) es la única fuente de ingresos y el único medio de mantenimiento de la instalación.
www.mariposario.com
El Mariposario del Drago no es sólo lo que se ve a primera vista. Detrás hay un minucioso trabajo necesario para desarrollar los programas de cría gracias a los cuales es posible que los visitantes puedan ver todos los días del año el nacimiento de mariposas, así como distintas especies de orugas, huevos o crisálidas.
Para la cría de una especie determinada de mariposa es necesario aproximadamente un año de trabajo antes de optimizar el proceso. Cada especie necesita de una planta específica para su reproducción. Sólo en esta planta la hembra pondrá los huevos y se alimentarán las orugas.
El siguiente paso es su aclimatación y propagación. Paralelamente, en esta fase se van haciendo pruebas de aceptación con las mariposas y si resulta satisfactoria se pasa al cultivo de la planta a gran escala en invernadero. El éxito o el fracaso tienen casi las mismas posibilidades ya que aún teniendo la planta correcta, debido a diferentes factores no siempre se consiguen apareamientos o puestas, teniendo que recurrir en algunos casos al apareamiento manual.
El cultivo de las plantas para alimentar tanto a las orugas como a las mariposas no es fácil ya que han de estar libres de abonos y pesticidas por lo que el control de sus plagas y enfermedades es un problema añadido que sólo se puede atajar mediante la lucha biológica, esto es, introduciendo un depredador específico de la plaga que se quiere combatir. También las plantas de flor que proporcionan néctar a las mariposas, si son adquiridas en viveros comerciales, han de pasar cuarentena antes de ser introducidas en el jardín para eliminar las posibles sustancias nocivas para las mariposas.
Una vez conseguido un ritmo regular de puesta, el proceso de cría comienza con la recogida de los huevos de las plantas donde las hembras los depositan, que se realiza una o dos veces al día dependiendo de la actividad de las mariposas.
Los huevos se mantienen en placas de Petri en el laboratorio en condiciones de temperatura y humedad controladas hasta el nacimiento de las orugas. Durante todo su desarrollo, las orugas son alimentadas con su planta correspondiente que se corta fresca todos los días por la mañana.
Cuando las orugas finalizan su crecimiento después de mudar 4 ó 5 veces la piel se transforman en crisálida, proceso que pueden observar los afortunados visitantes que se encuentren en ese preciso momento frente al laboratorio. Éstas se recogen diariamente y se clasifican por fecha y especie. Cuando está próxima su eclosión las crisálidas se cuelgan en la vitrina del laboratorio para que los visitantes puedan ver en directo el nacimiento de las mariposas. Tras su primer vuelo se aparean y con la puesta de huevos comienza el ciclo de nuevo.
La mascota del mariposario es una iguana a la que le encanta las caricias. |