Es fácil tropezarse con los múltiples restaurantes que han proliferado en la zona gracias al auge turístico. Destaca La Hospedería, local de aires sobrios, donde optamos por el Menú del Día, que por un precio muy razonable, nos permite escoger entre buen número de platos.
Estupendas las creps rellenas de setas, el gazpacho extremeño y los postres caseros. (Menú 12 €) todo incluido.
Me informan que la Hospederia ha cerrado
También encontramos algunas tiendas de productos extremeños, con toda una gama de exquisiteces basadas en la omnipresente cereza.
Entre todo el surtido de recuerdos y manjares de estas tiendas, la estrella es una nevera bien provista de botellas de agua fresca: el producto más solicitado en verano, indispensable compañero de paseo (y de habitación sino estás dispuesto a desvalijar el poco asequible mueble-bar).
Se venden varios tipos de licores de cereza. Opción interesante para endulzar la noche, aprovechando que no vamos a conducir. El famoso aguardiente, conocido como Kirsch es una delicia para tomar en pequeñas dosis. Originario del Norte de Europa, es el único elaborado de forma artesanal en España, con fruta madura y agua de manantial de la sierra de Gredos. (11.90€)
El licor de cereza está elaborado macerando fruta fresca en aguardiente de cereza y endulzado después con jarabe de azúcar, es muy agradable y equilibrado si se toma bien frío. (8,80€)
La mermelada de cereza (4,80€) se elabora en Julio con fruta fresca y sin usar conservantes. Es un producto artesanal muy agradable, que no puede faltar en los desayunos.
Sorprende encontrarse, donde uno menos lo espera, con una elaborada y variadísima artesanía de Alabastro.
|