Un par de horas de vuelo con Ryanair desde Madrid nos deja por poco mas de 24 € el billete en Bolonia donde tenemos reservado una habitación y donde pasaremos lo que queda de día hasta coger mañana el tren a Venecia.
Bolonia es una ciudad joven y dinámica, debido en gran parte a su población universitaria, a los miles de Erasmus que acoge y a sus soportales plagados de tiendas, bares y restaurantes.
Pero esa es otra historia que contaremos en otra ocasión.
El tren económico de Trenitalia cuesta 12,15 € y tarda dos horas en llegar a la estación de Santa Lucía a la que arrivamos con un sol espléndido y la emoción de desembarcar en pleno Gran Canal veneciano.

La Lista di Spagna recoge los viajeros de la estación y los disemina por toda la ciudad paralelamente al gran canal, caminamos sin prisa entre el bullicio de los comerciantes y la marea de turistas que desembarcan en esta ciudad sin coches, única en el mundo.
La luz lo inunda todo, El suave murmullo de los vaporettos resuenan a lo lejos por encima de un silencio que ya es imposible percibir en cualquier otra gran ciudad moderna, pero Venecia es única y milenaria, gracias a sus limitaciones no ha crecido ni cambiado apenas en mil años.
La ciudad se asienta sobre un archipiélago de 118 pequeñas islas cosidas entre sí por 455 puentes, el primero que nos recibe es uno de los pocos que cruzan el gran Canal, frente a la Estación de trenes, el Ponte Degli Scalzi.
Cruzaremos estos días cientos de puentes, grandes y pequeños para sortear los canales, poco a poco sincronizaremos con el ritmo de sus calles que invitan a caminar y a perderse por sus callejones.

Después de un buen paseo desembocamos por fin en la Plaza de San Marcos, "el salón más bello del mundo", como la llamó Napoleón, tras las estrechas y tortuosas calles que confoman el tejido urbano desembocar de repente en esta inmensa explanada es una sorpresa. El lienzo mayor mide 100 metros por 50 y la inmensa torre se dice que fue construida sobre una estructura que servia de faro y se levanta casi 100 metros por encima de la ciudad. El Campanile de ladrillo también era la torre de vigia y tiene una veleta dorada con la figura del Arcángel Gabriel que se mueve con el viento, la giralda mas impresionante que he visto nunca. Me gusta especialmente los relojes de 24 horas y el que luce en la plaza es muy especial con el fondo azul estrellado y los signos del zodiaco imagen en grande.

En abril la meteorología es muy cambiante y en una semana hemos tenido días de mucho calor y un par de días de lluvia que nos han permitido disfrutar de todo el contraste de luces y ambientes.

Pasear es inevitable y se convierte en nuestra actividad diaria, cruzar puentes y descubrir calles a cual mas peculiar y sorprendente. Es fácil dejarse arrastrar por la marea humana de turistas en las calles transitadas, pero igual de fácil es adentrarse en las estrechas calles que brotan tras cada esquina y descubrir un mundo interior donde todavía palpita la vida de sus pocos habitantes, ya que Venecia pierde cada año mas población y se convierte poco a poco en un parque de atracciones sin alma.

Pero hasta que eso llegue es muy sencillo para todo el mundo encontrar la ciudad de sus sueños, ya sea montando en góndola por algo mas de 100€ la hora o admirando la técnica de los gondoleros desde los puentes que es mejor plan. Para montar en góndola por apenas dos euros, hay que usar el Traghetto un servicio popular con góndolas sin decoración que cruza contínuamente el gran canal de una orilla a la otra.

La única ciudad enteramente peatonal del mundo es un lugar ideal para tener un perro y son muchos los venecianos que pasean con sus mascotas sin miedo a los coches, es frecuente ver perros en los bares y tiendas acompañados de sus dueños.

La ciudad encierra suficientes misterios y belleza como para dedicar nuestro viaje a explorar las calles sin entrar en iglesias y museos que estan abarrotados de turistas. Queremos sentir la ciudad y empaparnos de su espíritu conociendo los 6 barrios en los que cada día tenemos reservado un hotel distinto.

Los turistas que llegan cada día a Venecia son una marea humana que puede llegar a los 100.000 visitantes al día y se han convertido en la industria mas potente y rentable. Miles de tiendas apostadas en las calles de mayor tránsito ofrecen una gran variedad de productos para todos los bolsillos. Es curioso comprar máscaras por 0,50€, junto a tiendas de gran lujo, que venden bolsos por encima de mil a ricos turistas orientales que buscan comprarlo todo a cualquier precio.

Buscando callejas perdidas es habitual topar con callejones sin salida que dan a algún canal y te hacen retroceder sobre tus pasos. De pronto pasa un taxi, una lancha de madera muy elegante y cara con capacidad para un máximo de 10 personas. Un taxi desde el Aeropuerto Marco Polo hasta el centro de la ciudad, suele costar al rededor de 135€.

El tráfico de góndolas en los días buenos es constante, esta embarcación milenaria que hoy sirve al turismo fue en tiempo la única que surcaba los canales hasta la aparición de los barcos a motor.

Es una embarcación muy peculiar fruto de la ingenieria evolutiva y de las peculiaridades de la ciudad de los canales. Es propulsada por un sólo remo que actúa siempre del mismo lado y avanza en línea recta, gracias a la forma asimétrica del casco de 11 metros de largo (su parte izquierda es más ancha que la derecha), que no tiene ni timón ni quilla. El remo se apoya sobre una horquilla llamada forcola y se puede usar hasta de 50 formas distintas, consiguiendo serpentear ágilmente por los estrechos canales del centro de la ciudad.
En el pasado, el casco de las góndolas era de colores llamativos pero una normativa contra la ostentación instauró el riguroso negro. Estan decoradas en los laterales con dos caballos con aletas y cola de sirena, evocando el carácter anfibio de la ciudad Sereníssima.
Hay unas 100 góndolas turísticas y otros tantos gondoleros oficiales que tienen que hacer un curso práctico y teórico sobre la historia de la ciudad, hace 2 años que apareció la primera mujer gondolera de la historia.

Fabricada por artesanos a base de ocho clases de madera tilo, alerce, roble, abeto, cerezo, nogal, olmo y caoba. Lleva en la proa un refuerzo de hierro que sirve de contrapeso "risso" y esta rematado con un peine "ferro" de 6 dientes hacia adelant,e que simboliza los 6 barrios "sestrieri" de Venecia, el diente hacia atrás simboliza la isla de la Giudecca, el arco evoca el Puente de Rialto, y la forma sinuosa representa el Gran Canal.

Observar el trasiego de barcos es mi entretenimiento favorito, ver como descargan la mercancía de las tiendas y restaurantes por la mañana es todo un espectáculo.

Junto a las iglesias es posible ver llegar el barco fúnebre con el ataúd de algun veneciano fallecido.

El espíritu del carnaval prevalece todo el año y se puede sentir especialmente en las numerosas tiendas de máscaras. Hay para todos los gustos y todos los bolsillos pero sin duda las que cautivan son las que salen de la imaginación y las manos de los mejores artesanos. En fondamenta Osmarin en el número 4964 se encuentra el laboratorio de Ca 'del Sol especializada en máscaras hechas a mano donde también imparten cursos.

Hemos seleccionado 5 hoteles para cambiar cada noche de alojamiento y tener una visión abierta y variada de la oferta hotelera asequible ya que los hoteles caros en Venecia son realmente muy caros.

Alloggi Santa Sofia

La primera noche tocaba Santa Sofia, muy cerca de la estación, una verdadera sorpresa ya que la habitacion que nos ofrecieron estaba muy por encima de las fotos que habiamos visto en Booking, especial la terraza privada por encima de los tejados.

Locanda Silva

Segundo dia una pensión algo decepcionante y cara pero que nos llevó a descubrir un barrio popular cerca de San Marcos.

Venezia Boat & Breakfast Caicco Freedom

El siguiente alojamiento en la otra punta de la ciudad era un precioso barco atracado en el puerto deportivo y nuestra habitación un camarote. Se lo recomiendo a todos los visitantes que tengan el tiempo suficiente como para salirse del circuito turístico.

Albergo Al Gobbo

Una de las noches no teníiamos reserva y tocaba ir a la aventura en busca de un hotel, tuvimos mucha suerte de encontrar una habitación muy barata y confortable.

Hotel Guerrini

La última noche la reserva era cerca de la estación para coger el tren a la mañana siguiente.

La ciudad de los canales no es solo el centro histórico donde se concentra todo el bullicio de turistas y mercaderes, existe una Venecia relajante y solitaria que invita a pasear por sus tranquilas calles bordeadas de canales. Una cuidad detenida en el tiempo donde todavía se pueden encontrar talleres de artesanos y artistas que han escapado del centro donde los alquileres son inalcanzables.