Planeamos a conciencia nuestro próximo viaje a territorio italiano para el otoño de 2014 con unas premisas bien definidas y las ideas muy claras, conocer Roma desde la calle sin llegar a ser el típico turista que pica de todos los anzuelos.

Para empezar reservamos billetes en Ryanair a tan solo 25 € cada billete, total 100€ los dos, ida y vuelta con aproximadamente mes y medio de anticipación.

Esta vez hemos optado por alojarnos en casas particulares usando el sistema www.airbnb.com, con el que pudimos seleccionar dos alojamientos a cada lado de la ciudad por un muy buen precio.

También hemos comprado unas mochilas pequeñas, para ir ligeros de equipaje y poder andar con libertad por la ciudad sin tener que recurrir a taxis.
Una vez más queremos hacer un buen reportaje fotográfico y estamos dispuestos a recorrer de arriba abajo esta urbe milenaria, buscar la esencia y no caer en los tópicos.

Aterrizamos en Roma Ciampino con el buen tiempo de un veranillo otoñal muy agradable y tras pasar delante de los perros de los carabinieros, cogimos el autobús al centro, que nos deja en la estación central Termini donde tomamos el metro para ir en busca de nuestro alojamiento en casa de Giulia cerca del Vaticano, ciudad de los Papas desde 1377, el 11 de febrero de 1929 se constituye como Estado independiente, durante el mandato de Nerón, en ese lugar, el monte Vaticano, fue construido el Circo de Nerón donde crucificaron a San Pedro entre el 64 y el 67 y enterrado muy cerca del lugar. 250 años después, Constantino levanta la Basílica de San Pedro, en la plaza homónima y hoy en día es una de las siete maravillas del mundo. Miguel Angel comenzó la construcción de la grandiosa y poderosa cúpula, en ese tiempo murió el artista.
La columnata de la Plaza es obra de Bernini, dos alas abiertas en semicirculo simbolizando una apertura de brazos abierto a la humanidad. El obelisco egipcio que podemos ver en la Plaza mide más de 25 metros y 320 toneladas.
A la entrada del Vaticano se puede ver la Piedad de Miguel Angel. En el subsuelo de la Basílica se encuentra la tumba de San Pedro, corresponden a las primitivas construcciones, las grutas sagradas. La capilla Sixtina diseñada por Giovanni de´Dolci son pinturas paralelas del antiguo y Nuevo Testamento. Obras de Perugino, Botticelli, Guirlandaio y Cosimo Rosselli.

Volviendo a nuestro viaje, el alojamiento resultó ser muy confortable, con un baño privado muy bueno y algunos aperos de cocina, frigo y microondas que viene a facilitar mucho nuestras cenitas con cervecita.
Tras instalarnos y tomar una ducha y una pequeña siesta nos preparamos para salir a descubrir la ciudad, esta vez a pie ya que el Vaticano está muy cerca.

Álbum de fotos completo de Roma

La sede central de la Iglesia Católica es todo menos discreta, tras los altos muros del Vaticano se abre la puerta a la Piazza de San Pietro, en forma de cerradura y lo primero que vimos es la larga cola de visitantes que esperan para entrar a ver los tesoros que se acumulan en el interior. Nosotros tenemos claro que no vamos a entrar ni vamos a contribuir pagando una entrada, la plaza de por si es ya un espectáculo digno de contemplación, observar las personas venidas de todo el mundo a la meca del cristianismo, nos ofrece la oportunidad de fotografiar escenas insólitas que de alguna forma eclipsan el monumento que según nos dicen simboliza unos brazos abiertos.

A cada paso encontramos iconos convertidos en reclamo turístico y estampas que todos hemos visto cien veces a través de los medios, pero el protagonista invisible de este diminuto estado es sin duda el Papa o mejor dicho los últimos Papas que se venden transformados en estrellas mediáticas en souvenir de todo tipo.

Es un placer sentarse entre las columnas a observar el trasiego de turistas de todas las nacionalidades hacer fotos y contemplar.

Poco a poco nos dejamos llevar por la Via de la Conciliazione flanqueada de embajadas, hasta el Castillo de Sant Angelo, rodeados de una nube de turistas que no dejan de fotografiarse con los iconos detrás, para confirmar que ellos también han cumplido el rito de presenciar este preciso teatro de figuras monumento y anécdotas.

Castel San` Angelo, el emperador Adriano lo hizo levantar para que fuese su tumba "Hadrianerum", testigo de la historia de Roma de las luchas y del lujo papal del Renacimiento, fue bastión de defensa de la orilla occidental del Tíber, hacia el siglo X transformado en castillo, de unos y otros hasta que morando en el Nicolás IIIl lo unió al Vaticano con un corredoro passetto, los Papas lo usaron como fortaleza, como cárcel y lugar de torturas.

Cruzamos el Ponte de Sant` Angelo y nos adentramos en el casco urbano, perdidos en busca de un pequeño restaurante donde aplacar el hambre y descansar. No es difícil ya que la oferta es infinita y tras cruzar unas cuantas avenidas, unas callejuelas, plazas y finalmente un callejón lleno de grafitis damos con la terraza perfecta y el menú deseado, un plato de pasta, una pizza y una cerveza fresca, cerca de la Plaza Navona.

Caminar por las calles a la puesta de sol es especialmente agradable en esta ciudad, amable y segura en la que se superponen muchas ciudades en una sola.

Después de una buena cena toca un riquísimo helado artesano, que es mejor tomar en tarrina para poder saborear sin prisa ya que las bolas que ponen encima de los cucuruchos son exageradas y te acabas poniendo pringao.

El día siguiente lo iniciamos en la plaza de España (Piazza de Spagna) uno de los lugares con más encanto de la ciudad por su carisma especial, se llega muy bien a través del metro que cruza la ciudad de par en par con dos líneas muy sencillas de usar. El nombre, Plaza de España, lo toma por ser sede española de la embajada en la Santa Sede y ante la Orden de Malta.

La Fontana de la Barcaccia de Pietro Bernini junto a la famosa escalinata de la Trinitá dei Monti, marca el lugar donde se inicia la aventura, lugar obligado para hacerse una foto y donde sentarse en la escalinata a rememorar famosos momentos del cine como "Roman holiday" con Gregory Peck.

Callejeando vamos al encuentro de la fuente más famosa del mundo, La Fontana di Trevi que estaba recubierta de andamios en un profundo proceso de limpieza, no pudimos hacer el ritual de arrojar una moneda al agua para garantizar que volveremos a Roma. Situada en el cruce de tres vias, (de alli su nombre) en el final del acueducto donde se solía erigir bellas fuentes, esta costumbre dio origen en el Renacimiento a un proyecto que primero fue de Bernini y luego Nicola Salvi y fue terminada en 1762 por Giuseppe Pannini, quien agregó las esculturas planas de Agripa y Trivia, la diosa romana.

Ver en grande

Seguimos caminando por el centro político de la capital italiana, su parlamento y edificio oficiales, nos sentamos un instante en las escaleras de la fachada del Palazzo Montecitorio y sentimos de pronto la llamada del hambre que nos empuja a buscar un restaurante por la zona.

Bajamos la Via del Corso hasta el Templo de Adriano, construido en el 145, solo se conserva once columnas corintias de 15 metros. Desde allí callejeamos hasta dar con el establecimiento perfecto. La comida está expuesta en vitrinas y hay mesas altas donde sentarse, hay que pasar primero por caja y luego recoger la ración, las bebidas están expuestas para que te sirvas tu mismo. Cerveza buena y a buen precio y comida rica típica son el atractivo que hace que los funcionarios que trabajan en la zona acudan a este tipo de establecimientos a medio camino entre bar y restaurante buffet.

Una vez saciados y reposados seguimos bajando la Avenida hasta el llamativo monumento a Victor Manuel II o Vittorio Emanuele II, que se divisa al final de esta gran arteria, en el camino damos con una exposición de esculturas de cristal que representan bustos de personajes de Roma de forma modernista casi extraterrestres.

Monumento a Victor Manuel II en la Plaza de Venezia, ideado por G. Sacconi construido entre 1885 y 1911, el color del material usado es blanco y lo hace destacar además de sus impresionantes dimensiones.

De pronto nos encontramos con unos franceses que ayer estaban en la mesa de al lado mientras cenábamos y la gran ciudad se hace mas pequeña. Cuando llevas un par de días aquí ya te mueves con soltura y resulta una ciudad fácil de abarcar.

Hay muchas fuentes que derraman agua por las esquinas para refrescar el rostro y la garganta del paseante, que en verano sufre altas temperaturas y altos valores de humedad. También se aprecia que esta consentido caminar con una botella de cerveza en la mano y esto compensa el alto precio que se paga por las terrazas o la poca cultura de cañas que se encuentra por esta latitudes.

El inmenso monumento de color blanco con un aire ostentoso y algo desproporcionado habla de los aires de grandeza de esta ciudad que sigue siendo la metrópoli por excelencia, también es un símbolo de la unificación de este país, obra de Víctor Manuel II, Libertador de Umbría y de su enfrentamiento directo con la iglesia por el que fue excomulgado después de que el ejército italiano atacara Roma en 1870 y el Papa Pío IX tuviese que retirarse al Vaticano.

Pasamos junto a la llama del soldado desconocido y nos adentramos en "Vittoriano" o "Altare della Patria" que ofrece buenas vistas de la ciudad a medida que subes escaleras de mármol blanco extraído de las canteras de Botticino. En la base del monumento se encuentra el museo de la unificación de Italia y en la terraza trasera hay un bar con vistas al Coliseo.

Una vez más no aconsejamos hacer cola por tomar un ascensor "Roma dal cielo" pues estas atracciones son muy caras y enfocadas al turismo masivo que invade el centro.

Es más sensato pasear por las entrañas del monumento y museo y reposar en cualquiera de los miradores.

Muy cerca esta el foro romano con la impresionante columna de Trajano. Concluida en el año 114, es una columna de mármol de Carrara de 38 metros incluyendo el pedestal sobre el que reposa, recorrida por un bajorrelieve en espiral que conmemora las victorias de Trajano frente a los dacios a modo de comic esculpido en mármol con 2.500 figuras de unos 60 cm. En su parte mas elevada la columna exhibe una estatua de San Pedro.

Con el plano de roma en la mano y un libro guía, vamos desgranando las leyendas que salpican cada edificio, cada ruina y nos dejamos guiar por nuestros impulsos a medida que intentamos perdernos entre las callejuelas, que al final desembocan en una famosa plaza o una fastuosa iglesia.

Visitamos los monumentos de la antigua Roma sin dejarnos en ello la cartera pues estamos convencidos de que el museo al aire libre tiene más interés que el que se exhibe tras las largas colas que genera el turismo a gran escala. Contemplamos desde el exterior el grandioso Coliseo y nos empapamos de la historia de este colosal escenario, que sigue siendo dos mil años después un foco de visitantes impresionante.

Junto a el esta el Arco del Triunfo de Constantino es el más moderno de los arcos triunfales alzados en la Roma Antigua año 315, de los que difiere por haberse construido gracias al expolio de edificios anteriores.

Es hora de comer y que mejor que hacerlo junto al Coliseo en una terraza restaurante que hay junto a la boca de metro. El espectáculo es grandioso ya que nos imaginamos ser los espectadores de la gala inaugural del anfiteatro Flavio, que en antigüedad poseía un aforo para unos 50.000 espectadores. Pedimos un plato de pasta y una ensalada y alargamos al máximo el momento romántico junto a un vaso de vino.

El nombre original era "Anfiteatro Flavio", el Coliseo de Roma es Patrimonio de la Humanidad y una de las Siete Maravillas del Mundo, es un anfiteatro construido en el siglo I, año 72 bajo el régimen de Vespasiano, de 188 metros de longitud,156 metros de anchura y 57 metros de altura.
El aforo, hasta 50.000 personas a disfrutar de expectáculos con animales exóticos, ejecuciones de prisioneros, peleas de gladiadores. Activo hasta el siglo VI sufrió después saqueos, bombardeos, hasta terremotos. El Coliseo fue practicamente una cantera para edificar edificios en la ciudad.
El emperador Tito lo inauguró con 100 días de juegos que costaron la vida a mas de 2.000 gladiadores, tenía un techo de lona para protegerse de la lluvia

Una de las recomendaciones que hacemos es dar una vuelta en los autobuses turísticos descapotables que te dan una visión panorámica de la ciudad con un relato en audio a través de auriculares, si compras el billete mas asequible (10€) haces el giro completo de algo más de una hora cómodamente sentado en la parte superior delantera del bus.

Roma es una ciudad muy apetitosa que exibe sus dotes gastronómicas de forma exuberante, comer en los pequeños restaurantes no resulta caro (30€) un menú para dos, si haces mucho cuidado a la hora de pedir la bebida que resulta ser lo mas caro.

Hemos optado por comprar las cervezas en los supermercados donde suelen venderla fria y a buen precio. (no hay ningun problema en ir bebiendo por la calle)

No puedes irte de Roma sin visitar la basílica de San Pietro In Vincoli o también llamada San Pedro ad Víncula donde saludar la escultura el Moisés de Miguel Ángel. La entrada es gratuita.

Roma es una ciudad muy dulce llena de pastelerias y heladerias de gran calidad, una vez mas hay que comprar el pastel y comértelo por la calle pues si te sientas en la terraza te cobran el doble. Yo elegí el helado de caqui en una heladeria artesana y creo que es lo más rico y original que he probado.