Viajados

Tomamos tierra en el moderno aeropuerto de Marrakech Menara cuando el sol se está poniendo en el horizonte con un avión de Ryanair (60 € ida y vuelta), al salir del aparato sentimos la agradable temperatura que a final de julio hace, cuando el sol se esconde. También es la hora del bullicio en pleno Ramadan.

En el aeropuerto se puede cambiar algo de dinero pero conseguirás mejor cambio en las oficinas de la ciudad o en la recepción de tu hotel. Dependiendo del cambio algo más de 10 dirhams por euro.

Negociamos el precio de un taxi hasta el hotel que tenemos reservado y después de un buen rato de regateo, subimos a un enorme mercedes que nos lleva volando a nuestro alojamiento por apenas 200 dirham.

Nos deja en la Puerta Ba Ahmad a unos 400 metros del Riad, un paseo y estamos en casa.

Hemos elegido el Riad Fabiola porque fue uno de los primeros que surgieron en la ciudad, cuando las casas de familia tradicionales de la medina se empezaron a reconvertir en alojamientos para turistas, hoy hay cientos de riad en Marrakech a cual más exótico.

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A pesar de que la arquitectura sostenible de los patios, que concentran la vida y generan un microclima es ideal para sobrellevar las altas temperaturas del verano, es muy de agradecer contar con aire acondicionado en la habitación. La piscina en el centro del patio adornada de palmeras es sin duda un argumento de mucho peso.
A nuestra llegada nos recibe Asis que nos invita a un té de bienvenida y nos enseña todas las estancias de las que podemos disfrutar además de nuestra habitación llamada Safran.
No es una habitación grande pero tiene todo lo necesario para ser confortable, además las zonas comunes resultan muy acogedoras. Tenemos un baño muy bonito con una ducha original y todo limpio.

Una vez instalados salimos hacia la plaza a cenar unos pinchos morunos en los puestos ambulantes de Yamaa el Fna. Es alucinante caminar por la calle estrecha llena de comercios a primeras horas de oscuridad, el bullicio es tremendo la gente camina entre las motos y los puestos y no suele haber ningún incidente.

Entre la plaza y el riad Fabiola hay 1 kilómetro que se hace en apenas 10 minutos.

De vuelta al Riad tomamos un último té en la jaima de la terraza a la luz de la luna mientras el Imán de la pequeña mezquita del barrio recita sus plegarias nocturnas.

Álbum de fotos completo del Viaje en Picasa

Nuestro video de viaje en HD
http://youtu.be/p4olCOiwfbA

El desayuno se toma de 8 a 11h en el patio. Consta de café y zumo de naranja, tortitas, bizcocho y pan con mantequilla y mermelada.

El mejor zumo de naranjas que he tomado en mucho tiempo.

El primer día hay que aprender a decir NO "La" y tomarte tu tiempo para discutir con cualquiera para que no te manejen, los comerciantes están acostumbrados al regateo pero hay otros que han optado por el precio fijo y se molestan si pides una rebaja.
Todo es muy natural, se basa en la relación y la negociación.

El Zoco de Marrakech es un inmenso laberinto de miles de tiendas que se extiende al norte de la plaza Yamaa el Fna donde podrás encontrar artesanía y comida más o menos seleccionado y colocado por gremios. Cuero, metal, tela, madera y comida. Es fácil perderse por el Zuq así que un buen truco es saber dónde está el sur para volver a la plaza.

Me gusta pasear despacio observando la calidad de los productos, saludar a los comerciantes y charlar con ellos. Una vez que trasciendes tu condición de turista consigues una relación amigable muy grata, entonces me siento junto a ellos en el umbral de su negocio y observo a los viandantes.

Al fondo de cada zoco están los talleres dónde se elabora la mercancía a la vista del público, son especialmente bellas las tiendas de alfombras y las de lámparas de metal pero hay que tener cuidado con lo que nos permite llevar en el equipaje de mano Ryanair.

La mejor herramienta para disfrutar del paseo es el buen humor y la simpatía, los lugareños aprecian mucho que sepamos usar alguna palabra en árabe ya que ellos hacen un gran esfuerzo por hablar múltiples idiomas. En el zoco de la comida suelo cargarme de aceitunas y fruta, también me pierdo por los pasteles de mazapán.

Entiendo que por la influencia francesa es corriente decir muchas veces gracias "Sukran" شكرا

"Ismi" me llamo "ismi Francisco"

Esta Web te puede servir para tener unas nociones básicas de árabe que te serán muy útiles

Ya que estamos en Ramadán hacemos el esfuerzo de no fumar en la calle y beber con discreción de nuestra botella de agua, hay que comprender que la gente lleva todo el di a de ayuno y con estos calores es muy duro. Para aplacar nuestra ganas nos sentamos en una terraza donde esta mejor visto y hay menos riesgo de molestar.

El espectáculo para los sentidos no acaba nunca y hay momentos en los que incluso se llega a la saturación de colores, olores y sonidos. No hay que tener prisa ni sentirse obligado a comprar, como ellos dicen "Mirar es gratis"

Encontramos muchas pequeñas mezquitas que tienen gran afluencia de creyentes que dejan sus zapatos en la entrada, en principio no se puede entrar si no eres musulmán.

Se puede usar una brújula pero yo me oriento con las sombras aunque llega un momento en que me abandono al placer de perderme entre las más de tres mil callejuelas "Berds" que forman un laberinto que debemos tomarnos como un juego.

Nuestra visita a la ciudad roja de apenas 4 di as se va a limitar de momento a la Medina, ciudad amurallada, es la parte tradicional y más turística donde vamos a encontrar lo mas exótico. fuera de la muralla están los McDonald´s y Carrefour de los que vamos a prescindir.

Mi gran pena es no haber tenido presupuesto para alojarnos en La Mamounia para mi gusto, el hotel más lujoso del mundo donde la leyenda se mantiene desde 1923 año de su inauguración.

En su última remodelación hace pocos años han trabajado miles de artesanos de la mano de Jacques García prestigioso diseñador francés.

Por algo mas de 400€ hasta 700€ la noche se puede disponer de una habitación en el ambiente mas refinado y moderno con el toque marroquí andaluz.

Tomar una copa en este paraíso del lujo no es imposible ya que dispone de varios bares abiertos al público a los que se puede acceder vestido con cierta elegancia así que no se te olvide unos zapatos, un pantalón y una camisa en la maleta.

Dice la leyenda que Hitchcock fue atacado por una bandada de palomas cuando salía de la Mamounia y que de allí sacó la idea de su película "Los pájaros"

De vuelta a la plaza Fna que es el centro y punto de referencia para todo, la mayor plaza de África y Patrimonio de la Humanidad dentro del entorno de la medina amurallada con el minarete de la Mezquita Koutoubia de 77 metros de altura que domina el panorama.

La plaza es un teatro popular en continua evolución a lo largo del día. Nunca faltan todo tipo de vendedores desde el más humilde aguador, vendedor de tabaco o niño que pide limosna hasta los puestos de artesanía. En cada momento se montan y desmontan tenderetes con todo tipo de mercancías. Las mujeres hacen alheña de henna en pies y manos y los músicos tradicionales ambulantes con su percusión hipnótica, los malabaristas, faquires, encantadores de serpientes y juglares de todo tipo entretienen al público.

Como defensor de los animales no me gusta arrimarme a los que ofrecen serpientes, buitres, monos o cualquier animal cautivo para ganarse la vida, si te acercas es muy probable que acabes con una serpiente en el cuello y tengas que darle dinero.

Cuando cae la tarde el panorama se anima con los restaurantes que aromatizan el ambiente, con sus barbacoas repletas de pinchos morunos. Un buen criterio para seleccionar un puesto de comida, es arrimarse al que tiene más clientes del lugar, pero en general prefiero los restaurantes fijos que me dan mayor seguridad a la hora de manipular los alimentos.
Después de comer, un buen zumo de naranja en los puestos oficiales que anuncian a gritos el néctar marroquí a solo 4 dirham el vaso.

Una vez más el mejor consejo es que no te dejes arrastrar por las ofertas insistentes, sepas imponer tu voluntad y solo compres lo que realmente deseas.

Uno de los lugares emblemáticos de esta plaza es el Café de France donde disfrutar de un refresco, la Wifi gratis y la sombra.

Si quieres un tattoo de henna natural pregunta por Amina que tiene el don del dibujo tradicional y es muy simpática.

Volvemos a nuestro Riad con un melón, medio kilo de aceitunas, dátiles, pasteles, fruta, pan y botellas de agua que hemos comprado en los comercios populares que hay en el camino desde la plaza. La gerente del Riad nos permite comer en un salón privado y nos facilita cubiertos. los productos de esta tierra son especialmente ricos y hay que intentar no pedir productos foráneos ya que estos serán muy caros.

Ya se que hay sitios donde se puede tomar cerveza pero ni se me ha ocurrido pedirla ya que para unos días que puedo vivir al estilo bereber, prefiero tomar té o la rica Fanta de naranja que me recuerda a la Mirinda.

Después de nuestra merienda al frescor del patio nos damos un buen baño en la piscina para acabar bien fresco con un cigarrillo aderezado del rico polen traído de las montañas.
Tras el bullicio de las calles y el zoco hay que disfrutar de la calma intramuros y saber ralentizar nuestro espíritu y nuestro organismo.

La Medina de Marrakech es algo más que un gran mercado y cuna de la artesanía más variada y refinada, en la medina también se pueden visitar palacios y museos.

La Mezquita Kutubia rodeada por magníficos rosales, se encuentra en el interior de la Medina, cerca de la Bad Jedid. Se construyó en el siglo XII y tomó el nombre del suk el Koutubiyyin (suk de los libreros) famoso por su minarete tan parecido a la Giralda de Sevilla.

Madraza de Ali Ben Youssef Centro de enseñanzas coránicas fundado en el siglo XIV (60 dirham de 9.00 a 18:00H)

Palacio Dar el Bacha era la residencia del cruel Thami el Glaoui, que en la primera mitad del siglo XIX fue señor de la ciudad. Aquí tenía su corte y recibía a los huéspedes ilustres, entre los que estuvieron el inglés Churchill o el americano Roosevelt. El aspecto actual del palacio no está a la altura de su fama, alimentada por una serie infinita de anécdotas curiosas subidas de tono.

Palacio de la Bahía (Palacio de la hermosa) tiene una extensión de 8 hectáreas y cuenta con más de 150 habitaciones. Fue construido a fines del siglo XIX por un visir de la corte real. Los interiores están ricamente decorados, con mosaicos y detalles de madera de cedro tallada. Los patios son especialmente bonitos, con pequeños pero frondosos jardines, piscinas y fuentes. (entrada 10 Dirham de 9:00 a 16:30H)

El Palacio Badi se edificó con gran lujo en el siglo XVI durante el reinado del sultán Ahmed el Mansour. Las paredes y los techos estaban recubiertos de oro proveniente de Tombuctú. El ambiente olía a flores y esencias exóticas. Sólo cien años más tarde ya estaba en ruinas, Hoy, la grandeza del pasado se debe imaginar caminando entre imponentes ruinas.

Las Tumbas Saadíes sagradas de los sultanes se encuentran junto al muro meridional de la mezquita Kasbah, junto al Palacio Real, en la zona de la Medina. (entrada 10 Dirham de 9:00 a 16:45H)

Dar Cherifa Galería-café literario sala de exposiciones convertida en uno de los puntos centrales de la escena artística de la ciudad. Se encuentra en uno de los riads más antiguos de Marrakech, pues data de fines del siglo XVI. En ambientes devueltos a su antiguo esplendor y decorados con un gusto impecable,

Ministerio del Gusto es un excéntrico espacio multifuncional se utiliza también como espacio para muestras temporales, cambiando de muestra cada tres meses aproximadamente, dedicadas tanto a artistas marroquíes como internacionales.

www.ministerodelgusto.com

El Museo de Marrakech acoge una preciosa colección de libros y caligrafía islámica y una recopilación de litografías y acuarelas de temas marroquíes.(40 a 60 dirham de 9:00 a 18:30H)

Museo Dar si Said esta situado en un suntuoso palacio del siglo XIX, expone una rica colección de objetos de arte y artesanía tradicional del sur de Marruecos, (30 dirham de 9:00 a 16:30H) (Prohibido hacer fotos)

El Museo Tizkiwin se halla en el palacio del antropólogo-coleccionista holandés Bert Flint, cuenta con una magnífica colección de cerámicas, alfombras, tejidos y ropas bereberes.

Museo del jardín de Majorelle construido en los años veinte por el pintor Jacques Majorelle y que compró el estilista francés Yves Saint Laurent, alberga una colección permanente de arte islámico. (entrada 15 dirham de 8:00 a 17:30H)

• www.matisseartgallery.com
• www.galeriere.com
• www.galerienathalielocatelli.com

Una de mis tiendas favoritas es la del perfumista que es capaz de imitar cualquier fragancia, le llevas tu muestra y al di a siguiente tiene preparado litros a buen precio.

También hay sitios como Epices Iben Baytar donde a parte de vender todo tipo de pócimas te dan un masaje rápido por un par de euros

Una de las visitas obligadas es el Zouq des Tanneurs donde se tratan y colorean las pieles de animales con las que se elabora el cuero. A pesar de que todos dicen que huele muy mal a mi no me lo parece. No es para tanto, el hedor se debe en gran parte al excremento de palomas que se usa en el proceso.

Es habitual dar una propina al guía que da las explicaciones y que te facilita una ramita de hierba buena a la entrada pero también esta vez hay que regatear.

En la tienda hay productos de cuero de gran calidad pero el precio de salida es muy alto y no me gusta la encerrona de verse obligado a comprar.

Me quedé con ganas de mis babuchas amarillas, otra vez será.

La capital de los almorávides y los almohades hizo algo más que dar su nombre al imperio marroquí, Marrakech ha marcado la ruta del turismo moderno con una nueva senda de servicios y calidades que suponen una apertura única en el mundo islámico.

La ciudad ha sabido conservar su patrimonio histórico y humano al tiempo que presume de modernismo y vitalidad.
Las actividades que se pueden realizar son infinitas, empezando por los tratamientos termales en un hamman tradicional o un moderno SPA, excursiones en todo tipo de vehículo o la práctica de los deportes más sofisticados.

Es una ciudad de contrastes hasta el extremo ya que también es famosa por la vida nocturna y las discotecas mas animadas del continente africano. Por apenas 10 euros se puede acceder a una entrada en estos templos de la marcha donde se dan cita los mejores D´j del mundo.

THEATRO Es un club nocturno más importante y loco de Marrakech, abierto todas las noches, los más grandes DJs, acróbatas y malabaristas, gasta una tonelada de confetis al mes y 40 mil watios de sonido.

555 Famoso club ubicada en el Boulevard Mohammed VI.

PACHA Conocida por ser la discoteca más grande del norte de África, con capacidad para 1.000 personas, los grandes nombres de la música house y electro pasan por aqui.

SO NIGHT LOUNGE MARRAKECH Consta de cuatro espacios diferentes, de modo zen está reservado para los clientes que buscan una noche discreta.

De momento no he ido a ninguna de estas famosas discotecas pero prometo hacerme una farra la próxima vez que vaya a "la ciudad roja" que será muy pronto ya que me ha gustado mucho el viaje y me ha quedado mucho por ver y disfrutar.

Si duda me quedo con el trato amable de los lugareños con los que hemos pasado muy buenos ratos de conversación.