Viajados

Vamos a conocer una auténtica casa rural, en el Parque Natural de la Sierra de Aracena.

La comarca de Jabugo, en la Sierra de Huelva y dentro del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, declarado reserva de la Biosfera, un lugar de gran riqueza medioambiental.

Viajamos en coche por la N-435 cruzando la inmensa dehesa que une Extremadura y Andalucía hasta llegar a Repilado, tras pasar la vía del tren hay un camino a la derecha, 3 kilómetros y llegamos a la cancela de la finca.

Es medio día y los primeros calores de esta primavera ya saben a verano. Después de un invierno lluvioso, la inmensa dehesa que tapiza el norte de la provincia de Huelva, está exuberante.

Lola la dueña de la finca, nos recibe en la entrada y nos enseña nuestro alojamiento.
En la parte baja un gran salón cocina con una chimenea y en el primer piso dos habitaciones con baño. La nuestra tiene una gran cama con dosel de hierro , eso si un estupendo colchón de látex.

www.fincamontefrio.com

Finca Montefrio es una granja familiar ecológica, su labor, día a día, es la cría en la dehesa del cerdo ibérico de bellota.
También tienen cabras, gallinas, patos y burros, además de una pareja de gatitos y la simpática "morita".

Cuenta con cuatro casas de campo independientes, acogedoras, confortables y tranquilas que han sido restauradas con materiales naturales, madera de castaño, piedra y ladrillo. muy bien acondicionadas y climatizadas, todas se encuentran integradas en el medio y respetando el entorno. Dos de ellas están adaptadas a personas con movilidad reducida.

Álbum de fotos

Reportaje en Formato
revista 26 paginas

Lola nos invita a hacer queso de cabra, la leche que se ordeñó por la mañana está ya cuajada, hay que meter la mano en la leche caliente para separar y colar.

Es una sensación nueva, nos revela el sencillo proceso, que dará lugar a un queso fresco, exquisito, que cada día forma parte de la dieta de la familia.

Mapas y videos

Falta un buen rato para comer y Lola nos indica un paseo por la finca.

Morita la perra de la casa nos acompaña encantada, pegando brincos y largas carreras por la hierba tupida de flores.

El riachuelo de aguas cristalinas está camuflado entre la vegetación y me pide a gritos meter los pies.

Avanzo por el río andando con el calor, mitigado por la sombra y los pies refrigerados por el agua clara.

Es realmente un paisaje único que nos llega al alma.

Una del las cosas que nos ha traído a esta granja, es conocer y degustar el mejor jamón del mundo, elaborado por Armando y Lola que llevan 20 años perfeccionando su pequeña producción de jamones ecológicos.

Entramos en la bodega donde se guarda este tesoro, que es mimado hasta el extremo.

Nos cuentan que los cerdos de raza ibérica nacen y viven en esta dehesa de 82 hectáreas, donde son alimentados con productos de la huerta ecológica, bellotas del encinar cuando se abre el periodo de montanera, entre los meses de Octubre a Febrero.

En verano, comen las calabazas de la huerta y se bañan en la charca de este hotel de 5 estrellas para guarros, donde se cuida su felicidad y su buena salud.

En la elaboración del jamón se toman todo tipo de consideraciones, que la industria moderna ha desechado en post de la química. El salado se realiza con sal marina y Armando verifica, en persona, todo el proceso para conseguir la máxima calificación ecológica.

El tiempo también es un factor decisivo en el que no se escatima, pues todo se hace sin prisa y sin afán desmedido de lucro. Pequeña producción, acorde con el tamaño de la finca, sus recursos y su nivel óptimo de sostenibilidad.

Por la noche degustamos por fin este manjar de dioses, solo al alcance de quien sabe buscar lo mejor de lo mejor. Si esta tierra con nombre de jamón, hace honor a su fama, aquí en la Finca Montefrio, nos damos cuenta que sólo con mucho trabajo y amor a la naturaleza, se alcanza el summum de la calidad y el sabor de la tradición.

Esta perfecta combinación de métodos tradicionales y una mente joven y abierta, se revela a los sentidos a través del olfato, y más tarde, cuando la fina loncha entra en contacto con la lengua, para fundirse por todo el paladar.

Yo cierro los ojos para degustar mejor y en un instante me viene a la mente, todas las imágenes de este paraíso, verdadero ejemplo de ecología y lujo sostenible.

Certificado por el Comité Andaluz de Agricultura Ecológica .

Finca Montefrio - Carretera Repilado La Corte km 3 - Apdo. correos nº 15 21230 Cortegana - Huelva

Amanece y no hay quien nos levante, el silencio nos invita a seguir disfrutando de la buena cama, hasta que las ganas de desayunar superan la vagancia.

Desayunamos en Aracena que está a 20 kilómetros por la N - 433. Encontramos un bar acogedor en la Plaza Mayor, donde tomar unas tostadas, zumo de naranja y café.

Damos un paseo hasta la plaza de San Pedro, que se encuentra poblada de palmeras, naranjos y esculturas, la mayoría de ellas de autores de reconocido prestigio que conforman, el Museo de Esculturas al Aire Libre, nos dicen que lleva mas de 20 años, y que se mantiene un aceptale mantenimiento y limpieza.

En otra plaza junto al lavadero está el conjunto escultórico de las "Aguadoras" obra del artista aracenés Pepe Antonio Márquez, y que viene a representar la cultura del agua de esta localidad.

Muy cerca está la Gruta de las Maravillas que es visita obligada. Se trata de una cavidad freática, originada por la lenta acción erosivo-disolutiva de las aguas sobre las rocas calizas del cerro del Castillo, famosa por sus lagos y su colección de estalactitas y excéntricas estalagmitas.

La visita dura 45 minutos y se extiende a lo largo de 1200 metros, el guía Rafael que encabeza la visita, es muy claro y amante de su cueva, y es lo que nos trasmite, lleva mas de 20 años paseando a los turistas.

Horario: todos los días.
Mañanas de 10:00 a 13:30 horas.
Tardes de 15:00 a 18:00 horas.

Presencial: C/ Pozo de la Nieve, s/n. 21200. Aracena (HUELVA).
Teléfono: 663937876

Las minas de Río Tinto, se encuentran a unos 50 kms de la finca.

Nos planteamos una excursión a un lugar casi de otro mundo, donde el río es de color rojo, y el paisaje casi "marciano".

Río tinto es famoso desde el inicio de los tiempos, cuando nuestra civilización empezó a apreciar los metales, los romanos sacaron de aquí toneladas de oro que hicieron mas poderoso su imperio.

En 1873, un consorcio británico compra las minas al Estado por 92 millones de pesetas y funda la Río Tinto Company Limited, otro imperio que se enriqueció, convirtiéndose prácticamente en una colonia inglesa, llegaron incluso a construir una línea de ferrocarril, entre Río tinto y Huelva para exportar el mineral.

En 1954 las minas pasan nuevamente a manos estatales, pero una pésima gestión, ha llevado al cierre de la actividad.

Paramos un rato en La Dehesa a tomar un refresco en el bar y hablar con los mineros de toda la vida.

Nos encontramos en el mirador donde se puede contemplar el inmenso cráter, creado por el hombre, que ahora está inundado.

En el pueblo de Río tinto visitamos el barrio ingles (Bella vista) con su iglesia y sus típicas casas británicas. (Nos cuentan que lo edificaron a espaldas del pueblo, tiene su propia Iglesia, campos de deporte y jardines privados).

Me gusta pensar que este río rojo es el lugar mas parecido a Marte, las condiciones para la vida son tan difíciles que apenas unos microorganismos sobreviven.

En los alrededores hay una pléyade de pequeños pueblos, que tiñen de blanco el manto boscoso de estas sierras.

Visitamos Cortegana y su castillo, se divisa la lejanía ahora verde.

Almonaster la Real un pequeño pueblo, famoso por su mezquita recientemente reconstruida.

Fue erigida durante el reinado de Abd al-Rahman III, con restos de una construcción romana, ha sido iglesia visigoda y ermita cristiana hasta hoy, que ha vuelto a retomar su aspecto islámico.

La Mezquita de Almonaster es un testimonio excepcional de las primeras obras islámicas de España. Conserva el carácter, tan difícil de encontrar, de una mezquita de ciudad pequeña, sobria, recogida y dotada de la sutil elegancia del periodo omeya.

Se pone el sol y la luz anaranjada invade la sala de columnas o Liwan, la atmósfera es muy íntima y mística en esta atalaya que despide el Astro Rey.

Al día siguiente nos levantamos mas temprano, para ayudar un poco en las tareas de la granja.

Desayunamos y acompañamos a Lola, toca ordeñar las cabras, nos enseña los principios básicos de ésta labor, no es nada difícil pero como todo, la técnica está por encima de la teoría y las cabras lo saben.

Es una sensación muy especial aliviar la leche de las ubres de estos simpáticos animales, a base de un vigoroso masaje que poco a poco llena varios cubos de rica leche.

Mas tarde, sacamos las gallinas de su abrigo nocturno, salen una una, por la trampilla del gallinero, a picotear entre la hierba.

Las cabras también saldrán a disfrutar del campo, en una parcela de la finca como colegiales que van de excursión.

Un poco mas arriba estan los cerdos jóvenes, que también esperan para salir a pastar por el encinar.

En la parte baja de la finca está el huerto ecológico, bien organizado y estructurado para dar alimento a los animales y humanos que viven en este pequeño microcosmos.

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